¿Qué es una Póliza de Crédito?
Una póliza de crédito es un documento notarial que formaliza un préstamo o línea de crédito entre un prestamista y un prestatario. A diferencia de un contrato privado, la póliza intervenida por notario tiene fuerza ejecutiva: permite al acreedor reclamar la deuda judicialmente de forma rápida mediante el procedimiento monitorio o de ejecución directa, sin necesidad de un juicio declarativo previo que demuestre la existencia de la deuda. Esto acelera significativamente la recuperación del crédito en caso de impago, convirtiendo a la póliza notarial en el instrumento más seguro para formalizar operaciones de financiación entre particulares, empresas o familiares.
Garantías y condiciones del crédito
La póliza puede incluir garantías personales (avales, fianzas solidarias) o reales (hipoteca sobre inmuebles, prenda sobre bienes muebles). Establece todas las condiciones del crédito: importe principal, tipo de interés nominal y TAE, plazos de disponibilidad y amortización, comisiones de apertura, estudio y cancelación anticipada, e intereses de demora. Ante un impago, el acreedor puede ejecutar la deuda directamente acreditando el título ejecutivo notarial ante el juzgado.
¿Cuándo es útil una póliza de crédito?
Las pólizas de crédito son especialmente útiles para préstamos entre empresas (financiación mercantil), entre particulares con importes significativos, créditos puente para operaciones inmobiliarias, financiación de proyectos empresariales, líneas de crédito renovables para circulante, préstamos con carencia y operaciones de reestructuración de deuda. También se utilizan frecuentemente para formalizar préstamos familiares que superan ciertos importes y precisan seguridad fiscal y jurídica.
Procedimiento de formalización ante notario
El proceso incluye la identificación fehaciente de las partes, verificación de su capacidad legal para contratar, lectura completa del clausulado con explicación de obligaciones y consecuencias. Si hay garantías reales, se gestiona la inscripción en el Registro Mercantil o de la Propiedad. El notario custodia el documento matriz en su protocolo como garantía de autenticidad y fe pública, cumpliendo toda la normativa de transparencia y protección del consumidor cuando aplique.